ESTRUCTURAS
Hormigones, Patologías
El hormigón, un material que hasta no hace mucho tiempo se pensaba que era un material eterno, se ve sometido a todo tipo de agresiones que le ocasionan daños que en muchos casos son severos (fisuraciones, oxidaciones, roturas, etc.).
La alcalinidad que tiene el hormigón ofrece a la armadura una protección frente a la corrosión llamada pasivación. Pero esta alcalinidad, se pierde con el tiempo, debido al proceso de carbonatación que se produce por la reacción del CO2 (dióxido de carbono) presente en la atmósfera, con el hormigón, acentuada por falta de recubrimiento de las armaduras. Las armaduras se oxidan y aumentan de volumen, provocando la rotura del hormigón y el desprendimiento del mismo.
Este deterioro, se manifiesta en importantes pérdidas de sección del hormigón, debidas principalmente a la oxidación de la armadura, que de igual modo produce una pérdida de sección de la armadura del mencionado acero, provocando roturas en el hormigón que pueden desprenderse, con los graves riesgos que esta situación puede producir.